jueves, 11 de noviembre de 2010

Llevo tiempo pensando y ya no sé hacia donde me lleva este blog.

Hay días en los que lo tengo claro: necesito pagar mi tristeza momentánea, mis mundanales enfados y mi odio por lo injusto con alguien no físico y le toca a este espacio aguantarme y ser el único confidente capaz de entender mis andanzas entre metáforas y sentidos figurados.

Otras veces no lo tengo tan claro y sigo pensando que este blog tiene un por qué, que surgió de una necesidad de compartir con el mundo mis ocurrencias, mi disfrute personal, anécdotas populares o vivencias con las que me cruzo día a día que puedan servir de algo;
Servir de ayuda a alguien, que sólo , frente a la pantalla encuentre en mis palabras un halo de esperanza; servir de consuelo a alguien que frente a la pantalla, una noche de imsomnio sienta que también vivió lo que viví yo el día que lo conté;
Servir complicidad cuando percibo que mi blog hace alegres a los que me leen y quieren sentirse parte de mi vida.
Lo único que sé que ya no hay vuelta atrás, que cada vez que giro la cabeza y veo todos los caminos que llevo andados, todos los traspies que tuve y las ampollas que salieron, la gente a la que dí importancia y no está, la gente a la que ignoré y nunca debí haberlo hecho, los verdaderos amigos,el arrepentimiento, el voluntariado, las ganas de vivir, mis bipolaridades, la preocupación de reflexionar sobre el futuro, los reencuentros,la familia y lo más importante, el amor.

Gracias por leerme.

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